dilluns, 12 d’abril del 2010

LA OBRA DE TEATRO


Tengo la cabeza clara, las ideas claras, pero hay una situación a la cual no veo la cara, no veo la respuesta,… No depende solo de mi, si no de la otra persona, de cómo puede responder al verme en otro escenario de esta gran obra de teatro. No se sabe si cuando me toque actuar él aún estará encima del escenario. Pero si está: ¿Como reacciono? ¿Cómo me comporto? ¿Cómo actuó? Hoy por hoy no puedo imaginar que pasara en esta segunda parte de la obra.


No puedo dejar de pensar en el estreno. De cómo decir o no decir, de que he hecho practicas en SOS. De cómo jugar con la mochila que llevo a la espalda… En que medida tengo que contarles las experiencias que lleva esta mochila.

Y tengo miedo, tengo miedo que la obra de teatro no se pueda realizar. Y tengo contradicciones entre decir y no decir, del porque tengo que decir, si lo único importante es que sea una buena educadora, ¿no?


La noche llega cada día, entras a la cama e invades en tu mente. Unos conversan con el cuerpo del lado, se tocan, se enredan y hacen el amor o follan mientras se quedan dormidos. Otros valoran como ha ido el día, piensan en las conversaciones más relevantes del día. Sueñas con el mañana, futuros sueños de futuro o piensas con lo que te amarga, te duele o te hace miedo de tu camino. Y yo hace unos días que me duermo pensando en la obra de teatro. Supongo que las horas pasan, y cada día quedan menos días para el estreno. Me invaden las cosquillas por dentro, cosquillas que no paran de subir y bajar en mi interior. Cosquillas que se hacen largas, eternas y sueño en que desaparezcan.

El estreno ha ido mejor de lo que pensaba y todos hemos hecho un buen papel. La obra va de una cárcel vacía, una cárcel sin derechos, una cárcel donde el objetivo es ir pasando las horas, los días y los meses. La locura llega cuando la vida se te escapa de las manos y el vacío interior cada vez es más grande, los nervios explotan, el descontrol transcurre por las venas, la angustia se clava en el pecho, te sientes solo/a e impotente y el miedo se convierte en terror. La locura en el platón te lleva a no pensar, a no razonar, a la inconciencia… y cometes imprudencias que nunca hubieras pensado que podrías hacer.Justificació completa
Imaginaros la puesta en escena, un escenario oscuro, sin luz, triste, lleno de puertas cerradas, seguratas de porras y manillas...
Y poco a poco el entorno que vives te convierte en un monstruo, en un desviado, en un loco, en un trastornado de la sociedad… y te desquicias.


¿Te conviertes o te convierten?
¿Te hacen o te haces?


2 comentaris:

TransFusión ha dit...

Está bien prepararse un poco el guión pero a mí, personalmente, también me gustan mucho las improvisaciones, así que simplemente ACTUA; actua con los ojos bien abiertos para no perderte ningún detalle de la obra.


Unabraçada*

Laia.

Anònim ha dit...

Te hacen y te haces. Aquí todos interactuamos. A veces comprendemos lo miserable de nuestra actuación cuando vemos a quienes padecen las consecuencias de nuestros "razonables" discursos. Eso nos hace, a unos reaccionar y tratar de denunciarlo; a otros, corromper los valores que creían tener asumidos y apoyar ese machaque. Vivimos, por suerte, en sociedad y se trata de ir cambiando, progresivamente, a medida que te ayudan a comprender qué carajo hacemos aquí.
Patriarca